Hace no mucho que he asistido a un curso para mujeres emprendedoras. Algunas de ellas eran empresarias que acaban de comenzar un proyecto por cuenta propia; otras tenía una idea en mente y estaban ya ultimando los detalles para convertirlo en una idea de negocio. Yo era la única veterana.
No considero negativo que yo contara con experiencia, sino todo lo contrario. Por un lado, el curso me sirvió para reencontrarme con miedos típicos del emprendedor, y para recordar cómo los fui superando (unas veces con más éxito que otras); por otra, mi experiencia era un valor para la clase, y a mí me ha servido de ejercicio de análisis y reflexión.
Uno de los aspectos que más preocupa a un freelance novato es «cómo captar clientes»; o sea, cómo darse a conocer o cómo dar a conocer los productos, cómo fidelizar clientes, cómo conseguir ventas o ingresos. En…
Ver la entrada original 975 palabras más